Este curso nace de la observación de una necesidad.

La voz supone para muchos, fuente de amor y rechazo al mismo tiempo. Aquellos que gustan de la música y escogen la voz como instrumento, puede que estén en su relación con ella en uno de estos dos puntos o en cualquiera de los intermedios.

Este curso es para aquellos que aman cantar pero que nunca se atrevieron, piensan que no saben, que no pueden, que algo falla con su voz, etc…

Este curso también es para aquellos que aman cantar y que mantiene una relación, podemos denominar, “extraña” con su voz. Aman cantar, pero les cuesta, por mil motivos. Se ponen extremadamente nerviosos aunque canten solos, sienten bloqueos físicos o emocionales que les impiden desarrollarse cantando, etc…

Y este curso, también es para aquellos que aman cantar y mantienen una relación sana y estable con su voz pero consideran que siempre se puede aprender algo de uno mismo a través de ella.
Para todos ellos, este ofrecimiento.

OBJETIVO

Este evento, por tanto, no es un curso de canto. Por lo menos, no un curso de canto “al uso”. No vamos a aprender “técnica” por así decirlo. Aunque ciertamente usaremos “técnicas” para el objetivo que perseguimos.

Lo fundamental en este espacio, es aprender a estar con nuestra voz, a sentirla, a comprenderla, a empezar a usarla y a darnos cuenta de que sus límites, no son realmente los que nosotros pensamos o los que nos hicieron creer.

Atravesaremos juntos muchos de los muros hechos con los condicionantes del pasado y del presente (burlas, malos profesores, límites de rango instaurados por diferentes cuestiones, autocreencias, etc.) que puedan estar afectando y limitando a nuestra voz.

Nuestra voz es única, habla de nosotros y es una de las formas más poderosas de expresión y conocimiento.

Ya Platón citaba que “la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”, reconociendo que ésta poseía determinadas cualidades o propiedades que incidían en nuestras dimensiones emocional y/o espiritual.

Habitualmente, empleamos las palabras para describir cómo nos sentimos pero éstas no son lo suficientemente eficaces para hacer que otras personas sepan exactamente qué estamos sintiendo.

Con la música es más fácil la descripción sensorial. Con ella es posible evocar sensaciones y que el receptor entienda perfectamente a qué emoción nos estamos refiriendo. En relación a la música y en particular a la voz, éste, es el único instrumento que pertenece puramente a nuestro cuerpo y esta particularidad la hace altamente sensible, puesto que se puede ver afectada por todo tipo de cuestiones relacionadas con la salud física, emocional o psicológica.

Lo vivido, las experiencias, traumas, problemas, frustraciones, miedos, inseguridades… pueden dejar su impronta en nuestra voz.

Existe una relación clara y directa entre nuestro mundo emocional y psicológico y nuestra voz.
Pero al mismo tiempo, podemos darle a esto la vuelta y utilizar nuestra voz como herramienta para nuestro bienestar.

Si te sientes identificado, si conoces a alguien que le pueda interesar, si quieres aprender, experimentar y pasar un buen rato… ¡Te esperamos!