Hablar de meditación, es una forma de decir que ejercitamos conscientemente el “atraer la serenidad hacia nosotros”.

Meditar no es pensar, sino que es estar en una sensación de vacío.

Para que esta práctica conlleve beneficio, requiere que se convierta en un hábito, en una especie de pauta, o se incorpore a una forma de ser y estar en armonía.

Lo mismo que no te saldrá músculo en un solo día de gimnasio, no encontrarás beneficios duraderos en la meditación si no la integras como una parte de tu vida. Cierto es, que hay deportistas de élite y grandes meditadores; pero los que hacemos ejercicio de vez en cuando, y aún sin ir al gimnasio nos damos un paseo de una horita, o preferimos hacer los recados andando, decidir dedicar 5 minutos al día a estar con uno, y atraer serenidad y tranquilidad tanto al cuerpo físico como al mental y emocional, nos aportará grandes beneficios, más que si no hiciésemos nada.

 

En los últimos años, la ciencia ha hablado a través de estudios, que se inclinan hacia que la meditación SÍ aporta realmente beneficios.

 

1. Mitigación de efectos del estrés.

2. Efectos positivos sobre el sistema inmunológico.

3. Mejora la capacidad de atención.

4. Nos dispone hacia la empatía y el contacto con los demás.

5. Aumenta la tolerancia al dolor.

6. Mejora la memoria y otras funciones cognitivas.

7. Promueve la aparición de pensamientos positivos.

En este taller te enseñaremos algunos tipos de meditación para que escojas la que mejor va contigo.

La creación del hábito sólo depende de ti.